El Baile Hula de la Raza Demoníaca
Gale Volcano1. Ubicado a mil metros sobre el nivel del mar, se encuentra a veinte kilómetros de Suvell. Aunque según los informes es un volcán activo, ha permanecido latente durante siglos.
Al pie del monumento natural había un castillo igualmente impresionante, que estaba lleno de monstruos. Sin embargo, La titánica forma de Aries no se veía por ninguna parte, y de ninguna manera podría entrar su enorme complexión en los estrechos confines de la fortaleza. Ya que era objeto de orgullo, como un trono vació en el centro del lugar.
Pero si Aries realmente lo deseaba, entrar al castillo era algo simple. Gracias a sus habilidades de domador, se le otorgó al carnero una forma humana temporal. Con eso, asumir el trono sería una caminata por el parque. No obstante, Aries no tenia la intención de tomar una forma humana. En su apetito demencial por venganza, él estaba seguro que una forma humana sería desagradable. Y no se atrevió a manchar la elegante forma que le brindo su amo y señor... por el lapso de dos siglos, ni una sola vez Aries camino sobre 2 piernas.
"Aries"
Una voz llamó al antiguo familiar que yacía al lado del castillo. Era la suave voz de un joven, hacia el cual Aries lanzo una aguda mirada de molestia. El muchacho apenas alcanzaba los cinco pies2, un tamaño que la forma de cien metros de Aries podía ignorar fácilmente. Aun así, tuvo el valor de sonreírle al carnero. Aries exhaló, suspirando por su nariz.
"¿Qué quieres?"
"¿Oho? ¿No puedo hablar contigo cuando no hay nada que necesite?"
Excepto por el tono azul de la piel del chico, parecía casi humano. Es decir, si ignoras los colores invertidos de sus pupilas y sus blancos. Y, oh, los colmillos que se asomaban debajo de su labio superior, lo que demostró que era completamente inhumano. En realidad, pertenecía a la raza de personas que arrinconaron a la humanidad—un miembro de la raza demoníaca.
"Primero, déjame felicitarte. Con esto, Levia se ha devilitado enormemente... Estoy seguro de que la victoria sera tuya en tu siguiente ataque."
"... Eso es evidente."
"Entonces ¿porque has dormido por días sin hacer un solo movimiento? Solo un poco más u Suvell se derrumbara. ¿Que estas esperando?"
Como si fuera un viejo amigo, el chico demonio ofreció una salida a las preocupaciones de Aries. Sin embargo, el peligroso destello en sus ojos decía lo contrario. A pesar de sus palabras de preocupación, sus ojos permanecieron desprovistos de emoción.
"No, no solo está vez. Durante estos últimos años, podrías hacer aplastado Suvell siempre que quisieras. Pero los has dejado indemnes durante años. ¿Porqué es eso?"
"..."
"No me digas que estas dudando, ¿o sí? Ellos son los que traicionaron a tu maestro."
"...No lo he olvidado."
Aries estaba vacilando. Esa era la indiscutible verdad. Pero no se trataba de matar a los siete héroes, no. Si hubieran sido guerreros promedio, los habría matado sin pensarlo dos veces. Pero ahí es donde radicaba el problema. Cada héroe jugaba un papel primordial en las defensas de la humanidad. Con el colapso secuencial de cada nación, la raza demoníaca daba un paso más hacia la dominación mundial.
Y eso era algo que su amo nunca desearía en Midgard. Como alguien que tenía la esperanza de liberar a la humanidad de su miedo a los demonios, la Suprema Gobernante de Alas-Negras no era alguien que derrocara a las naciones por una pequeña revancha. Y una venganza que mancharía la memoria de su Lord no sería una venganza en absoluto. Pero aún así...
Él no olvidaría—Se rehusaba a olvidar los fugaces momentos que pasó con su precioso lord y salvador. Y la increíble ira que sentía hacia aquellos que se llevaron su calidez lejos de él.
"No necesito que me lo digas... Mataré a Megrez. Solo estoy esperando a que mis heridas sanen."
"Ya veo, ya veo. Me alegra oír eso. ¿Entonces supongo que estás ansioso por ir?"
"...Si. apenas puedo contenerme."
Él tenia sus dudas. A pesar de eso, mientras Megrez—no, mientras haya uno solo de los siete "héroes" Aries no habrá vengado a su maestro. Si sus acciones llevan el mundo al colapso eso no le concierne. Ya que esta era la única forma de apaciguar la ira y el dolor de haber robado a su señor.
"Aries"
Una voz llamó al antiguo familiar que yacía al lado del castillo. Era la suave voz de un joven, hacia el cual Aries lanzo una aguda mirada de molestia. El muchacho apenas alcanzaba los cinco pies2, un tamaño que la forma de cien metros de Aries podía ignorar fácilmente. Aun así, tuvo el valor de sonreírle al carnero. Aries exhaló, suspirando por su nariz.
"¿Qué quieres?"
"¿Oho? ¿No puedo hablar contigo cuando no hay nada que necesite?"
Excepto por el tono azul de la piel del chico, parecía casi humano. Es decir, si ignoras los colores invertidos de sus pupilas y sus blancos. Y, oh, los colmillos que se asomaban debajo de su labio superior, lo que demostró que era completamente inhumano. En realidad, pertenecía a la raza de personas que arrinconaron a la humanidad—un miembro de la raza demoníaca.
"Primero, déjame felicitarte. Con esto, Levia se ha devilitado enormemente... Estoy seguro de que la victoria sera tuya en tu siguiente ataque."
"... Eso es evidente."
"Entonces ¿porque has dormido por días sin hacer un solo movimiento? Solo un poco más u Suvell se derrumbara. ¿Que estas esperando?"
Como si fuera un viejo amigo, el chico demonio ofreció una salida a las preocupaciones de Aries. Sin embargo, el peligroso destello en sus ojos decía lo contrario. A pesar de sus palabras de preocupación, sus ojos permanecieron desprovistos de emoción.
"No, no solo está vez. Durante estos últimos años, podrías hacer aplastado Suvell siempre que quisieras. Pero los has dejado indemnes durante años. ¿Porqué es eso?"
"..."
"No me digas que estas dudando, ¿o sí? Ellos son los que traicionaron a tu maestro."
"...No lo he olvidado."
Aries estaba vacilando. Esa era la indiscutible verdad. Pero no se trataba de matar a los siete héroes, no. Si hubieran sido guerreros promedio, los habría matado sin pensarlo dos veces. Pero ahí es donde radicaba el problema. Cada héroe jugaba un papel primordial en las defensas de la humanidad. Con el colapso secuencial de cada nación, la raza demoníaca daba un paso más hacia la dominación mundial.
Y eso era algo que su amo nunca desearía en Midgard. Como alguien que tenía la esperanza de liberar a la humanidad de su miedo a los demonios, la Suprema Gobernante de Alas-Negras no era alguien que derrocara a las naciones por una pequeña revancha. Y una venganza que mancharía la memoria de su Lord no sería una venganza en absoluto. Pero aún así...
Él no olvidaría—Se rehusaba a olvidar los fugaces momentos que pasó con su precioso lord y salvador. Y la increíble ira que sentía hacia aquellos que se llevaron su calidez lejos de él.
"No necesito que me lo digas... Mataré a Megrez. Solo estoy esperando a que mis heridas sanen."
"Ya veo, ya veo. Me alegra oír eso. ¿Entonces supongo que estás ansioso por ir?"
"...Si. apenas puedo contenerme."
Él tenia sus dudas. A pesar de eso, mientras Megrez—no, mientras haya uno solo de los siete "héroes" Aries no habrá vengado a su maestro. Si sus acciones llevan el mundo al colapso eso no le concierne. Ya que esta era la única forma de apaciguar la ira y el dolor de haber robado a su señor.
Arriesgándose una vez más, Aries levantó su enorme cuerpo del sueño. Esta vez, Levia no sobreviviría al encuentro. No importaba Megrez, quien estaba lejos dela cima de su poder.
"Bueno, no tiene sentido esperar. mis monstruos han estado listo. Por supuesto no se parecen en nada a los de antes. Tengo monstruos y wyverns que alcanzaron el nivel 80. ni siquiera el santo de la espada duraría diez minutos contra este grupo."
"...Suena como un montón de pequeñas frituras para mí."
"Oh, sé un poco más indulgente, ¿quieres? La mayoría de los monstruos son débiles comparados contigo."
La presencia de la horda hacia poca diferencia a un monstruo del calibre de Aries. Durante los últimos dos siglos, la humanidad no era la única que había perdido en gran parte su poder de pelea.
A pesar de que la raza demoníaca reclamo la victoria, no significaba que su raza había estado libre de bajas. Mientras que la humanidad perdió a sus héroes por guerra, el más grande de los nobles demonio pereció en batalla. Del mismo modo, poderosos monstruos fueron explotados como herramientas de guerra, llevando a muchos al borde de la extinción.
La probabilidades habían estado tanto a favor de la humanidad como de la raza demoníaca. Ambos lados de la guerra tenían una posibilidad de lograr la victoria. Y eso... eso era imperdonable.
Si solo su señor hubiera vivido para luchar en la guerra la victoria no hubiera si una posibilidad.
Hubiera sido una certeza.
La inmundicia demoníaca habría sido purgada del suelo de Midgard, y el mundo habría nacido de nuevo, libre del miedo de su raza. Así debería haber sido.
Por lo tanto, ¿quienes tenían la culpa de la muerte de la humanidad? ¿Quién habría llevado el mundo a la ruina? ¿Fueron los diosos, quienes abandonaron a la humanidad hasta su caída? ¿Fue su señor, quien unifico a toda la humanidad? ¿O solamente fueron los asesinos, quienes fueron adorados como héroes, y todavía vivieron impunes hasta el día de hoy?
Él los mataría.
Su única preocupación era...
La anomalía con abrigo rojo. Le recordó a Aries a su difunto maestro, y provocó una extraña mezcla entre miedo y esperanza en el corazón roto de Aries.
<Continuara>
"Heh... Suvell finalmente caerá en la ruina. ¡Seguramente el Rey Demonio se alegrara! Otro de los tontos siete héroes se reunirá con su creador."
La inmundicia demoníaca habría sido purgada del suelo de Midgard, y el mundo habría nacido de nuevo, libre del miedo de su raza. Así debería haber sido.
Por lo tanto, ¿quienes tenían la culpa de la muerte de la humanidad? ¿Quién habría llevado el mundo a la ruina? ¿Fueron los diosos, quienes abandonaron a la humanidad hasta su caída? ¿Fue su señor, quien unifico a toda la humanidad? ¿O solamente fueron los asesinos, quienes fueron adorados como héroes, y todavía vivieron impunes hasta el día de hoy?
Él los mataría.
Su única preocupación era...
La anomalía con abrigo rojo. Le recordó a Aries a su difunto maestro, y provocó una extraña mezcla entre miedo y esperanza en el corazón roto de Aries.
・・・
<Continuara>
"Heh... Suvell finalmente caerá en la ruina. ¡Seguramente el Rey Demonio se alegrara! Otro de los tontos siete héroes se reunirá con su creador."
El chico demonio—uno de los "Siete Ferii" del Rey Demonio—Se rió ante su inminente éxito. Por fin, Mars podría presentar ante el Rey Demonio la cabeza de un héroe. Con esto, los otros seis se darían cuenta de lo valioso que era como ayudante del Rey.
Habían transcurrido dos siglos desde la época de los héroes, y las perversas mentes maestras de ese tiempo ya habían perdido sus vidas. Era momento de que los nuevos lideres de la raza demonio se alzaran con la gloria y los Siete Ferii se reunieran bajo la misma mentalidad. No obstante, carecían de logros reales para respaldar sus posiciones. Pero con—con esto. Con esta victoria final, ganaría la confianza del Rey Demonio.
Primero, la conquista de Suvell parecía demasiado ambiciosa. Sin mencionar al propio Megrez, Levia suponía todo un desafió. "Problemático" era una palabra generosa cuando se trataba de encontrar a alguien dispuesto a desafiar a un incansable dragón de agua que era impermeable contra ataques físicos. Y poco ayudaba el mencionar los poderes regenerativos de Levia y su titánico tamaño.
Sin embargo, Lady Suerte se paro firmemente a su lado. En el momento en que Mars encontró a Aries junto a Gale Volcano, sabia que su santidad Alovenas estaba observando desde arriba. Así que invirtió años en alimentar un deseo de venganza en Aries, lo cual no fue de ninguna manera una tarea fácil.
Pero pronto, él sería recompensado por su duro trabajo. Para convencer a un pilar de las Doce Estrellas Celestiales par volverse contra sus antiguos aliados... ¡Que perverso!¡Que astuto!
¡Muéstrame, carnero vengativo! ¡La cara de la desesperación mientras la humanidad cae en la ruina!
"Lo que me molesta es ese abrigo rojo... Aries estaba fuera de guardia, pero cualquiera que pueda enviar a volar a Aries no se debe tomar a la ligera..."
Bueno, Mars estaba seguro que el sujeto no era rival para Aries. Pero con la ayuda de Levia y Megrez, ya no confiaba tanto en la victoria del carnero. Si bien tenia el ejercito de monstruos, no estaba seguro si ayudaría contra tales monstruos de oponentes.
"Bueno, en el peor de los casos, solo haré una aparición."
Mars cruzo los brazos y observo la horda marchar al frente de guerra. Sin duda, había tomado las riendas del asunto3. Mientras procedía con cuidado, la victoria estaba asegurada. Casi podía ver la expresión de desesperación de Megrez mientras su reino se derrumbaba a su alrededor.
Pronto, se convertiría en un objeto de envidia para sus compañeros Ferii. Buenas cosas realmente les pasan a los que esperan. Mars sonrío al pensar...
—Y repentinamente cientos de monstruos fueron lanzados a volar, borrandole la sonrisa de satisfacción de su cada.
".¿¡..Que-que Mierda!?"
Mars se asomo a la ventana del castillo para ver mejor. ¿Que? ¿Que acaba de pasar? ¿Podría Megrez haber venido en persona? Con la excelente vista de un demonio, examino el punto de impacto. Y entonces lo vio.
Acercándose a pie había una figura con un temido abrigo carmesí.
"¡Eso es...!"
¡Era esa maldita anomalía de nuevo! ¡Cómo se atreve a interponerse en mi camino! No... Necesito calmarse. Esta era una oportunidad—si, ¡una oportunidad! Si se ocupaba de esa perra roja ahora, Megrez y Levia tendrían que mantener el frente solos. Si empeoraban las cosas, Mersm Aries y un par de monstruos de alto rango podrían conquistar Suvell ellos mismo. No importaba cuanto sacrificios tendría que hacer. El derrotaría a esta bastarda.
"¡Sin vacilar! ¡Solo hay un enemigo!"
Mars ladró palabras de animo, estimulando a su ejército a la acción. Los monstruos se abalanzaron de cara contra un solo enemigo. No importa cuán fuerte sea un enemigo, él era, al final, mortal. Ninguna cantidad de fuerza podría superar el poder abrumador de los números.
O eso pensaba mientras decenas—cientos de espadas destrozaban a su ejercito. Decenas de monstruos cayeron victimas de las espadas, pero ninguno logro acercarse al guerrero carmesí. Incluso cuando los cadáveres ascendían a cientos, su horda no se acerco más a su enemigo.
Aun así, la furiosa embestida no mostró signos de desaceleración. Solo hasta que el ejército retrocedió, el guerrero paro para admirar su obra. Más de quinientos cadáveres puestos a sus pies, un tributo para la fuerza que sobrepasa los números.
"...quién demonios..."
Mars se asomo a la ventana del castillo para ver mejor. ¿Que? ¿Que acaba de pasar? ¿Podría Megrez haber venido en persona? Con la excelente vista de un demonio, examino el punto de impacto. Y entonces lo vio.
Acercándose a pie había una figura con un temido abrigo carmesí.
"¡Eso es...!"
¡Era esa maldita anomalía de nuevo! ¡Cómo se atreve a interponerse en mi camino! No... Necesito calmarse. Esta era una oportunidad—si, ¡una oportunidad! Si se ocupaba de esa perra roja ahora, Megrez y Levia tendrían que mantener el frente solos. Si empeoraban las cosas, Mersm Aries y un par de monstruos de alto rango podrían conquistar Suvell ellos mismo. No importaba cuanto sacrificios tendría que hacer. El derrotaría a esta bastarda.
"¡Sin vacilar! ¡Solo hay un enemigo!"
Mars ladró palabras de animo, estimulando a su ejército a la acción. Los monstruos se abalanzaron de cara contra un solo enemigo. No importa cuán fuerte sea un enemigo, él era, al final, mortal. Ninguna cantidad de fuerza podría superar el poder abrumador de los números.
O eso pensaba mientras decenas—cientos de espadas destrozaban a su ejercito. Decenas de monstruos cayeron victimas de las espadas, pero ninguno logro acercarse al guerrero carmesí. Incluso cuando los cadáveres ascendían a cientos, su horda no se acerco más a su enemigo.
Aun así, la furiosa embestida no mostró signos de desaceleración. Solo hasta que el ejército retrocedió, el guerrero paro para admirar su obra. Más de quinientos cadáveres puestos a sus pies, un tributo para la fuerza que sobrepasa los números.
"...quién demonios..."
Notas/comentarios de Gerxt.
1. "Gale Volcano" si lo tradujéramos sería como "tempestad volcánica/volcán huracán" o algo así. Pero me gusta en ingles y es nombre propio, así que pos ya fue XD /geill volkino/.
2. Un pie como unidad de medida longitudinal, sería unos 0,3048 metros, osea que el chico media 1,5 metros aproximadamente. Deberían usar siempre el sistema internacional de medidas. Y así le salieran menos canas a uno en los proyectos/trabajos/parciales. >:V
3. En ingles aparece "he had the upper hand", que sería tomar el sarten por el mango (que tiene el control), pero esa expresión no me es muy familiar (a lo mejor en otros paises se usa mucho?), me gusta más "Tomar las riendas del asunto" u otra sería "Tomar al toro por los cuernos? XD" o "Las manos al volante" . Comenten que les parece.
3. En ingles aparece "he had the upper hand", que sería tomar el sarten por el mango (que tiene el control), pero esa expresión no me es muy familiar (a lo mejor en otros paises se usa mucho?), me gusta más "Tomar las riendas del asunto" u otra sería "Tomar al toro por los cuernos? XD" o "Las manos al volante" . Comenten que les parece.
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