La Reunión del Último Jefe Salvaje con el Rey Sabio
Megrez: "...no seas demasiado arrogante cuando el enemigo ni siquiera esta aquí..."
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Hace mucho tiempo antes de que Megrez fuera coronado como el Rey Sabio — En una época donde eramos solo aventureros ingenuos, rebosantes de pasión. Era un periodo donde los elfos aventureros eran un raro espectáculo, porque su especie todavía disfrutaba del aislamiento en los bosques de Midgard. Aquellos que abandonaron la sombra del refugio élfico eran los extraños y parias de la raza.
Pero Megrez ignoro los estereotipos colocados sobre él a sus espaldas. Tal vez, estaba contento con poner un pie en nuevas tierras y explorar diferentes facetas de Midgard. Con cada ciudad llegaban caras nuevas para saludar y viejos conocidos para despedirse. Y quizás, si el vagaba lo suficiente, el podría cruzarse con otra persona de la misma longitud de onda.
Como Ruphas.
Y cada día que pasaba con ella era lo máximo.
"—Así que pensé que una mayor perspectiva le haría un gran bien a la raza élfica. Si solo ellos abrieran sus ojos al mundo exterior."
En medio de una taberna mugrienta, Megrez contó sus sueños a aquellos reunidos alrededor de la mesa. De ninguna manera era un bar con clase, y su alcohol no era el mejor. Pero ella era lo que lo hacía especial.
Ruphas se sentó, cruzando las piernas, y con ojos brillando de emoción. Su más querido amigo sonrió de oreja a oreja, soltando una carcajada después de otra. Fue en estos donde todos estaban al alcancé de la mano, sin ataduras de sus propias diferencias.
"Ese es el porque, algún día, crearé un país donde los elfos puedan caminar lado a lado con las otras razas. ¡Será una metrópolis bulliciosa, y probaré que es posible!"
"¡Hoho! ¡Veo que tenemos algunos grandes soñadores por aquí!"
"¡Hahaha! ¡Eso no es cierto! ¡Los hombres necesitan sueños! ¡Y si vas a soñar, hazlo en grande o vete a casa!"
Las tontas sonrisas de los reyes Herrero y Espadachín eran contagiosas, y pronto, todos se reían. La propia Ruphas sonrió, poniéndose de pie con una jarra de cerveza en mano.
"¡Ingenuo, Megrez! Mientras fundas tu país, ¡yo gobernare al mundo! ¡Construiré un paraíso donde nadie tenga miedo de la raza demoníaca!"
Esta vez, el grupo estallo en risas. La expresión de Ruphas enrojeció de vergüenza y abrió su boca para hablar.
"¿¡Qu-que es tan divertido!? ¡Estoy hablando enserio! ¡Se los demostraré a todos algún día!"
"¡Gahahaha! ¡Incluso los sueños necesitan limites! ¡El día en que gobiernes al mundo será el día que sorba pasta por la nariz!"1
"¡Te lo recordaré, Alioth! ¡Ya veras! ¡Una vez gobierne el mundo, me aseguraré de que mantengas tu promesa! ¡He-hey! ¡No me digas que tú también, Megrez!"
Fueron días dichosos, llenos de bromas, y reconciliaciones. Sin embargo, esos tiempos felices pronto llegarían a su fin, ya que estos jóvenes tenían el potencial de realiza sus sueños. Y una vez que lo hicieran, ellos mismos se perderían.
¿Donde nos equivocamos? ¿Donde... cuando nos desviamos del camino correcto?
Ruphas, mi vieja amiga... ¿quizás tu sepas la respuesta?
・・・
Después de la retirada de Aries, fui rápidamente invitado al distrito noble. Cientos de soldados se alinearon en los puentes que conducían al corazón de la nación. Todos mantenían una serenidad de piedra, y no tenían afán por irse a pesar de la obvia gravedad de la situación.
Aunque despiadado, fue una decisión racional. Mientras Gants y compañía compraban tiempo, la fuerza principal se preparaba para recibir al enemigo. De hecho, el castillo imperial es la cuerda de salvamento de la nación, algo que debe protegerse a toda costa.
Aunque despiadado, fue una decisión racional. Mientras Gants y compañía compraban tiempo, la fuerza principal se preparaba para recibir al enemigo. De hecho, el castillo imperial es la cuerda de salvamento de la nación, algo que debe protegerse a toda costa.
No obstante, tal racionalidad constaría las vidas de los guerreros preparados para morir por su país—guerreros que morirían creyendo que los refuerzos llegaran... Por otro lado, tal vez no me corresponda juzgar.
Como se puede imaginar, el distrito noble era un espectáculo para los ojos. El desarrollo de la nación ya era hermoso, pero la isla central llevó la extravagancia a un nuevo nivel. Majestuosas mansiones se alzaban en cada esquina, dándole a la isla un indudable aire de clase. incluso la gente se vestía espléndidamente y se comportaban con digno porte de la nobleza, como si no se inmutaran ante el colapso de sus fronteras.
Yo, también, usaba un vestido bajo mi abrigo. Tal vez, con el tiempo, transmutaría un atuendo más casual.
El castillo también era un deleite para la vista. La residencia real se parecía al Château de Chambord2 de Francia, aunque un poco más grande que el original. Además, la combinación de azul y blanco solo aumentaba la grandeza del castillo.
Cuando nos acercamos a la base central, los guardias del castillo lanzaron miradas perplejas en mi dirección, pero no movieron ni un musculo mientras seguía a Megrez a través de las puertas del castillo.
"¡Oh! ¡Pero si es Lord Megrez! ¡Estaba tan preocupado!"
"Estaba preocupado cuando saliste del castillo solo.... Bueno, lo que importa es que estas a salvo."
Al entrar en el castillo, el héroe élfico fue recibido por un par de hombres corpulentos vestidos con llamativos atuendos. Parecían orcos usando ropa—incomoda y fuera de lugar. Tuve que recordarme que la obesidad era un símbolo de riqueza, no señales reveladores de nobles corruptos.
"A pesar de eso, debo recordarle a mi Lord que muestre más moderación. Después de todo, mi Lord y Levia son activos irremplazables para esta nación."
"Pienso lo mismo. Eres varias veces mas importante que las vidas del distrito comercial."
Ellos eran nobles corruptos. A pesar de las enfermizas y dulces palabras que salían de sus labios, ni un solo matiz de emoción se reflejo de ellos. La única motivación detrás de su adulación era su preocupación por sus propias vidas. En otras palabras, "nuestra protección tiene prioridad sobre la gente del común."
"Estoy tan aliviado de que este vivo."
"Absolutamente. Esta nación todavía te necesita. Ha, ha, ha."
Sin apenas mirar a los cerdos balbuceantes, Megrez continuo su camino. Dina y yo lo seguimos de cerca, saliendo del castillo por la entrada trasera. Allí, había una hacienda separada del gran monumento detrás de nosotros. Supongo que así es como a él le gustaba—lejos de la disputa de los nobles.
"Hilarante, ¿no? Esos son la clase de hombres que manejan el país. Bastardos egoistas, temerosos de la muerte, que solo saben alagar a sus superiores."
"...Entonces esto es lo que querías mostrarme."
"Sí. Quería mostrarte mis fracasos."
Al ingresar a la propiedad, un mayordomo se ofreció para guardar mi abrigo, lo que cortésmente rechacé. Cansadamente suspiró, le entregó a Megrez un par de muletas, y luego empujo fuera de vista a la silla de ruedas descartada. Una vez el elfo se acomodo, nos dirigimos a la habitación de invitados.
"Ahora esta bien, ¿verdad? Soy el único que esta observando, así que... ¿me mostrarías tu rostro?"
"Ah, muy bien."
A petición de Megrez, desabroche los botones del abrigo. Lentamente, deslicé la prenda, revelando un par de alas completamente desplegadas. Las palabras no podían expresar la sensación de liberación al momento en que extendí las extremidades una vez restringidas por mi manto. Para ser honesto, era agobiante, ese abrigo. Era bueno estirar mis alas de vez en cuando.
"Así que eras tú... Ruphas."
"Sí. Ha pasado un tiempo, mi viejo amigo."
Supongo que es un deseo de mi corazón. Para ver si él es un "jugador" como yo.
Después de todo, en tiempos de necesidad, es genial tener un hombro en el cual apoyarse.
Pero en el fondo, ya lo sabía. Un jugador nunca me miraría con ojos como esos. Lo que vi no era alegría, deleite, o incluso nostalgia. No, era miedo y arrepentimiento—como si él se disculpara silenciosamente. Era el tipo de mirada vergonzante que un niño muestra a su padre, después de romper un plato contra el suelo.
Un jugador no tendría razón para temerme, no hay motivo para arrepentirse. Esa traición fue actuada, un acto, y no hubo resentimientos entre las dos partes. Solo un residente de este mundo sentiría tal emoción hacia interpretación en un juego de roles.
Pero lo veo ahora... que tú, también, eres un habitante de este mundo, Megrez.
"...Entonces tú, también, mírame a los ojos."
Por lo que al final, todavía estoy solo. Qué... decepcionante.
・・・
Las palabras de Ruphas tenían un matiz de tristeza en ellas, que hizo que Megrez desviara la mirada. Le asustaba, que sus emociones más profundas pudieran ser reveladas a simple vista.
"Tú, no eres el Megrez que conocí."
"...La gente cambiar, Ruphas. Las mareas cambian con el tiempo, y me volví débil... tanto física como mentalmente."
En aquel entonces, era diferente. hace 200 años, ellos eran diferentes. Eran aventureros de sangre-caliente quienes exploraban lugares que otros solo soñaban. Cada uno tenía sueños para seguir, ambiciones que lograr, e ideales para realizar.
Pero ahora es diferente. Ahora, estaban atados por pesadas obligaciones de la realidad. Lo que alguna ve albergo apasionadas ambiciones fue reemplazado con una cascara vacía de arrepentimiento y resignación.
"Dime Ruphas, ¿por qué elegiste volver justo ahora? ¿Fue para reírse de lo bajo que hemos caído?"
"Para ser honesta, fue una completa coincidencia. En un intento fallido para convocar a un héroe, me llamaron de vuelta a este mundo. Eso fue todo."
Fue por este intercambio que Megrez se dio cuenta de tanto temía las palabras condenatorias de Ruphas. Sin embargo, en algún rincón oscuro de su corazón, secretamente esperaba ser reprendido.
Docientos años atrás, se opuso y derrocó al gobierno de Ruphas. Solía pensar que era lo correcto. No obstante, rápidamente se demostró lo equivocado que estaba ya que la caída del supremo gobernante trajo el desmoronamiento de la humanidad, y una nueva era para los demonios.
Incluso la nación con la que soñó ascendió a un estado encabezado por funcionarios corruptos—nobles quienes no moverían un dedo por las vidas de la gente del común. Como tal, se hizo difícil saber quién tenía razón. Ahora, si tuviera elección, Megrez preferiría vivir bajo el gobierno de Ruphas antes que ver como sus sueños se distorsionan en espantosas cascaras de lo que eran antes.
En definitiva, cometieron una traición sin sentido, sin lograr nada más que poner a la humanidad en el camino a la extinción. ¿Quienes eran ellos para llamarse a si mismos héroes? ¿Quien era él— el saco de remordimiento que era—para llamarse soberano de la sabiduría?
"he visto las bibliotecas de tu nación."
"..."
"Hay bastantes volúmenes que critican duramente a los siete héroes. Difícilmente es un tema saludable en el estado crítico que enfrenta tu nación. Tu eres quien... los recopila, ¿verdad?"
Megrez estaba perdido por las palabras. Pero a veces, el silencio es una respuesta. Aquí, fue una silenciosa confirmación.
"Veo que tú, también, has sufrido mucho. Comienzas a buscar calumnias en lugar de alabanzas, y desprecio en lugar de reverencia."
"Eso es..."
"El constante ciclo de envidia y estima se ha vuelto sofocante, ¿no es así? Incluso cuando tus rodillas se doblan bajo el aplastante peso de la duda. Tu venerada posición te prohíbe liberar tus frustraciones. Tu precioso honor... se convirtió en un arma de doble filo, ¿verdad?"
Otra vez, los labios de Megrez fallaron en formar palabras. Cada una de sis palabras golpeo con precisión, sin dejarle nada que decir en respuesta. Fue un intercambio extraño. Mientras el vencedor trabajaba con miedo y arrepentimiento, el vencido se mantenía con la misma dignidad de hace 200 años.
"Aunque el Megrez que conocía se había ido hace tiempo, tu cargas con sus dificultades. ¿Cual es el punto?Enorgullécete de tu victoria. Mantén tu cabeza en alto sabiendo que conquistaste lo inconquistable—derrotar lo invencible. Y sin embargo, te encoges en vergüenza, lamentado la nota de pie en una historia que no puedes cambiar... ¿Y eso en que me convierte? Si incluso mi conquistador se ahoga en su propia autocompasión."
Satisfecha con sus palabras, Ruphas se puso su abrigo una vez más. Alas negras como el azabache y su hermosa apariencia volvieron a ocultarse bajo sus prendas. la inseguridad se instalo en el corazón de Megrez cuando la expresión de Ruphas se retiró a la privacidad de su capucha. ¿Estaba disgustada? ¿Decepcionada? O tal vez, ¿se burlaba ocultándose con su capucha?
"No hay nada de que avergonzarse. No te preocupes por historiadores que critican hombres del pasado. Ellos son hipócritas—don nadies3 quienes nunca han soportado la carga de la humanidad, pero piensan que podrían haber hecho un mejor trabajo. En cambio, continua haciendo lo que creas correcto... Al menos, Eso es lo que haría el Megrez que conocí."
Las palabras de Ruphas se alejaron mucho de las expectativas de Megrez. No obstante, desde la resolución constante de su voz, una cosa era dolorosamente obvia: Esta mujer no lamentaba ninguna de sus acciones. Ni la guerra, no la traición, ni siquiera la derrota. Ella incluso puede sentirse orgullosa de incitar la revolución. La mujer que admiraba no había cambiado en lo más mínimo.
"...Estás... consolándome? Gracias por eso.?
"No hay necesidad. Estabas haciendo una expresión bastante lamentable, así que pensé darte un consejo."
Con eso, Ruphas se giró para abandonar el cuarto. Lo más probable, es que nunca volvería a este miserable lugar. Tenia lugares para ir, cosas que hacer. Y si ese era el caso, este no era momento para sentirse abrumado por la emoción. Megrez se armó de valor.
"Ruphas."4
"¿Hm?"
"Te acompañaré a la salida. Es lo menos que puedo hacer."
Apoyándose pesadamente en su bastón, Megrez cojeó al lado de Ruphas. Fueron tiempos como estos por los que recordó momentos más simples. Una época cuando eran solo aventureros—nada más y nada menos.
"...Hay alguien tirando de las cuerdas detrás de las acciones de Aries."
"¿Que?"
"Aunque Aries lidera la invasión, alguien esta usando sus emociones para sus propio beneficio. Probablemente no me necesites para decirte esto, pero... ten cuidado."
"Me gustaría recordarte con quien estas hablando, pero ha pasado un tiempo desde que te vi. Lo tendré en cuenta, viejo amigo."
Fue como si nada hubiera cambiado. A pesar de eso, Megrez sabía que no era más que una ilusión. Él había cambiado, y el no podía hacer nada excepto ver como los crones5 dividían sus destinos. Por lo cual cuando Ruphas saludo con su mano en señal de despedida, Megrez solo podía observar como su espalda se hacía más pequeña en el horizonte.
Eran dos amigos separados por el desgaste del tiempo. Megrez ya no era el compañero que Ruphas llegó a conocer, sino un traidor que continuaba ahogándose en un arrepentimiento sin sentido. Era como si un abismo indestructible se abriera entre dos amigos perdidos hace mucho tiempo.
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Cómela. (a través de tu nariz)"Alioth: "………"
【Algo que debería explicar】
La suma de los niveles de clase de un jugador es igual a limite de nivel máximo. En otras palabras, la suma de los niveles de clase de Ruphas al nivel 1000 es 1000. Si bien era posible para Ruphas incrementar el nivel de clase a 200, eso reduciría el número de clases disponibles para ella.
【El tamaño de Aries】
El tamaño inicial de Aries era el de una oveja normal, pero debido al constante mejoramiento de Ruphas, Aries creció a su monstruosa altura de 100 metros.
Cerdos usando ropas → ¿Orcos?
Notas del traductor
1. JA!!! jajajaja ojala más adelante muestren eso. Al rey espadachín comiendo fideos por la nariz.
2. Hulala, el frances. Château de Chambord . Apenas para ir el fin de semana?
3. "Nobody", traducido sería "sin cuerpo"? jajajaj pero no tomándolo tan literal, es alguien que no vale nada, no existe, poca importacia, desechable, o un Don Nadie, no se si es esa ultima traducción es generalizada, pero al menos en la región donde vivo es utilizada, y queda perfecto. Cualquier cosa me comentan ;)
4. Cásate conmigo? :V jaajajajaj
5. En ingles aparecía "crones", y al traducirlo me arroja dos cosas, crones que es una unidad de tiempo geológica relacionada con la inversión de los polos magnéticos de la tierra (los cuales ocurren entre menos de 100 000 años hasta 50 millones de años), y la otra traducción es brujas, por lo cual dejo crones, usen la opción que les funcione? :V me gustaría poner siglos pero afectaría demasiado la historia? Comenten (^_^)/
6. Si encuentran algún error ortográfico o cosas como "y nuestra actual actual situación" (erratas) escríbanmelo al correo plos, para hacer las correcciones pertinentes. También si alguno se ofrece para unirse al grupo para traducir o editar, no me chocaría XD es bienvenido. Y por ultimo de nuevo agradecimientos al Scan en ingles
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